viernes, 22 de mayo de 2015

Constantino y el cristianismo ¿logro o fracaso?

    


Constantino y el cristianismo
¿Logro o fracaso?

     En la historia de la Iglesia cristiana, vemos en escena la aparición Flavius Valerius Aurelius Constantinus (272-337), mejor conocido como Constantino el Grande ó el primer emperador cristiano.1 Durante su gobierno en el Imperio Romano desde el 306 al 337, notamos una inclinación o favoritismo hacia los cristianos, según los historiadores, esto a raíz de una visión que tiene en una batalla, pero esto lo veremos más adelante. Hay mucho de qué hablar sobre la vida de Constantino, ésta ocasión solo veremos algunos aspectos más sobresalientes de su vida, sobre todo con aquellos que tienen que ver con la iglesia y su desarrollo, en base a esto podríamos decir, si su gobierno o aporte para los cristianos fue un logro o fracaso.

     Constantino fue hijo de Constancio I Cloro y de Helena, y al morir su padre en Britania en el 306, las tropas de su ejército lo declararon emperador, era una época difícil en lo político, causada por Maximiano y Majencio su hijo.1 Y a causa de la confusión dinástica no pudo obtener el poder absoluto sino hasta el 324,5 durante su gobierno el imperio estuvo en constante crecimiento.2

     En el 310, Constantino derrotó a Maximiano y luego a Majencio el 28 de octubre del 312 en la batalla de Ponte Milvio.1 Se dice que probablemente durante esta batalla vio el signo de la cruz en el cielo que decía “In hoc signo vinces” (bajo este signo vencerás), por lo que decide estampar en sus estandartes el Crismon,2 obtiene la victoria y se apodera de Roma. Para Constantino, su conversión al cristianismo inicio en esta batalla.3  

     Aunque siguió practicando ritos paganos, desde esa victoria se mostró favorable a los cristianos.1 Y para el 313 junto con Licinio, emperador en oriente, promulgó el llamado “Edicto de Milán”, es decir, de tolerancia y libertad de culto, las persecuciones contra los cristianos cesaron, hubo paz, privilegios y donaciones a la Iglesia, apoyó la construcción de templos3. Temeroso de que las disputas teológicas rompieran la unidad de la religión cristiana5, puso el poder a disposición de la jerarquía eclesiástica para combatir las numerosas herejías de la época, al parecer para el cristianismo a partir de ahí todo marcharía bien, la verdad es que se comenzó a mezclar con el paganismo, ahora debían adaptar sus prácticas y costumbres a las nuevas circunstancias, pero de tal modo que no se abandonase la fe tradicional de la iglesia. Si la conversión de Constantino fue genuina, ¿por qué no cuidó de que lo pagano no se mezclara con lo cristiano?, muy buena pregunta y probablemente la respuesta sería que solo lo uso como el medio para que su gobierno prosperara y fuera duradero. Kenneth dice: “La política de Constantino fue de tolerancia. El no hizo del cristianismo la religión única del estado. Esto habría de suceder más tarde bajo el dominio de emperadores posteriores. El continuó apoyando tanto al paganismo como al cristianismo”.  (Scott 1997, p.32) 9

     Ya en el 317 dictó leyes contra los donatistas, a quienes el Concilio de Arlés había situado fuera de la ortodoxia cristiana. Para el 325 convoco el primer concilio general de la Iglesia en Nicea, en el cual se aprobó el Credo que recogía las propuestas de san Atanasio frente a las de Arrio.5

     En el año 324, Constantino derrotó a Licinio y se convirtió en el único Augusto del imperio. Llevó a cabo numerosas reformas de tipo administrativo, militar y económico, pero donde más destacó fue en las disposiciones políticoreligiosas.1

     Para el año 330, Constantino trasladó la capital del imperio a orillas del Bósforo en Bizancio, ciudad que fue reconstruida y en la que colocó algunas imágenes de dioses en lugares públicos, cambió su nombre por el de Constantinopla, y ésta se volvió el centro político del Imperio hacia el este.5  

     Tras haber derrotado a los godos (332), el emperador falleció cerca de Nicomedia, en el año 337, y aunque se declaró cristiano, fue hasta el lecho de muerte.que se bautizó.     Constantino unificó un imperio tambaleante, reorganizó el Estado romano y preparó el terreno para la victoria final del cristianismo a finales del siglo IV. Puede considerarse que en el reinado de Constantino se dieron pasos decisivos hacia la configuración de la Edad Media europea.

Importancia

     Constantino fue un hombre con grandes expectativas, y aunque atrajo beneficios para los cristianos, lo fue solo para su época,  la historia demuestra que sus motivos no fueron para nada religiosos, probablemente por conveniencia decidió ser tolerante con los cristianos. Es importante estudiar su vida, muchas de las tradiciones implementadas en las iglesia fueron incrustadas en aquel entonces, motivo por el cuál a veces pienso que muchos no lo ven mal, sino al contrario, lo ven como una manera de atraer a la gente, no estoy totalmente de acuerdo con ello, pues ¿cuál sería la diferencia entre un cristiano y un pagano? o ¿por qué disfrazar lo pagano con lo cristiano?

     Por otra parte, la vida de Constantino nos deja un ejemplo de que muchos podríamos llamarnos cristianos o simpatizar con ellos, hacer cosas buenas y en beneficio para ellos, pero eso no garantiza que nuestra conversión haya sido genuina.

Enseñanza principal vida personal y ministerial

     Estudiar la vida y obra de Constantino, me enseña que no basta con decir que creo en Dios, o que soy cristiano solo de palabra y no de hechos, y como dice la Palabra de Dios, o eres frio o caliente. Constantino de alguna manera apoyo a  los cristianos de su época, pero también puedo ver que él personalmente, durante todo el tiempo que gobernó no hizo realmente pública su fe, es decir, que no importara las consecuencias que esto trajera, la destitución de su gobierno, ser objeto de burla, ser perseguido y martirizado. El temor a perder el poder o credibilidad, pudo más que su fe, por lo que posiblemente todo lo bueno que pudo haber hecho, terminó siendo un fracaso.

     Algo similar pasa hoy en día, con aquellos que hacen uso de la fe sólo cuando lo creen conveniente, especialmente para gente preparada, pueden llegar a creer, pero a causa de mantener su reputación, no lo dan a conocer, pueden hacer cosas buenas que beneficien a las demás personas, de igual manera lo que servimos ministerialmente en las congregaciones, podemos hacer mucho, pero no todo quiere decir que sea bueno, y que mejor beneficio que el de reconocer y compartir el amor y salvación que tenemos por medio de Jesucristo, sin temor alguno ante los demás.

“Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud,
sino en el candelero para que los que entran vean la luz…
Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas” 3
(Lucas 11:33,35)

Bibliografía

1.- (s.f). ¿Quién fue Constantino?. Recuperado el 02 de junio de 2015 en http://multimedia. opusdei.org/pdf/es/preguntas/51.pdf

2.- Molina Noé, (2010). Constantino I el Grande. Responsable del Cristianismo, recuperado el 02 de junio de 2015 en  http://ateismoparacristianos.blogspot.mx/2010/02/

constantino-i-el-grande-responsable-del.html

3.- Porvaznik, Phil (2008). Constantino El Grande: ¿Pagano, Cristiano o Primer Papa?, recuperado el 02 de junio de 2012 en https://bibliaytradicion.wordpress.com/inquisicion /constantino-el-grande-pagano-cristiano-primer-papa/

4.- (s.f). La verdad sobre Constantino. Recuperado el 02 de junio de 2015 en

http://apologeticasiloe.net/Apologetica/Constantino.htm

5.-  Pellini, Claudio (2014). Biografía de Constantino el grande primer emperador cristiano de roma. Recuperado el 02 de junio de 2015 en

http://historiaybiografias.com/constantino/

6.- Biografías y vidas (s.f). Constantino I el Grande, recuperado el 21 de mayo de 2015 en http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/constantino_i.htm

7.- Radio fusión América (s.f). El emperador Constantino, recuperado el 22 de mayo de 2015 en


8. - Biblia Reina Valeria 1960.

9. - Scott L, Kenneth. (1997). Historia de la Iglesia. Tomo I. El Paso, TX. Casa Bautista de Publicaciones, página 132




 

domingo, 10 de mayo de 2015

Biografía de Orígenes de Alejandría


Orígenes de Alejandría

     Orígenes de Alejandría es, una de las personalidades determinantes para todo el desarrollo del pensamiento cristiano. En un momento en el que la doctrina de la Iglesia estaba todavía en buena parte informe e indefinida, intentó construir una síntesis ideológica del cristianismo amplia y coherente, utilizando todas las adquisiciones del pensamiento de su época en el intento de explicar y profundizar el sentido de la Escritura, que fue para él siempre la fuente definitiva y última de toda sabiduría. Bajo este aspecto puede ser considerado como el primer «teólogo» en sentido más estricto de la palabra, es decir, como el que se lanza a la búsqueda de una explicación racionalmente coherente de lo que acepta por la fe.

Trasfondo

      Orígenes Adimanto nació en Alejandría (Egipto) en torno al año 185. Era hijo de padres cristianos y Leónidas su padre, fue hecho prisionero durante la persecución de Séptimo Severo, sufrió el martirio (202), y Orígenes quería sufrirlo juntamente con él, pero no pudo hacerlo, así  que le dedico un tratado en el que le indicaba ser fiel hasta la muerte. Cuarenta años más tarde, mientras predicaba en Cesarea, declaró: "De nada me sirve haber tenido un padre mártir si no tengo una buena conducta y no honro la nobleza de mi estirpe, esto es, el martirio de mi padre y el testimonio que lo hizo ilustre en Cristo" (Hom. Ez. 4, 8).
 
     Orígenes aprende de Clemente de Alejandría, fue Teólogo y Padre de la Iglesia griega. Muy pronto se vio rodeado de discípulos que se sentían atraídos por el valor de sus enseñanzas en gramática, retórica, geometría y, sobre todo, filosofía y teología especulativas. Pronto concentró su actividad en la explicación de las sagradas Escrituras. Emprendió varios viajes, y, siendo simple laico, era requerido por las comunidades a donde iba para que explicara la Escritura. Fue proverbial entre sus contemporáneos, al punto de recibir el sobrenombre de adamantius ("hombre de acero").

     A los 18 años, Demetrio obispo de Alejandría le dio la tarea de preparar a los candidatos al bautismo llamados “catecúmenos”, y llego a ser famoso como maestro de la fe cristiana, decían que no sólo era un brillante teólogo, sino también un testigo ejemplar de la doctrina que transmitía.  Posteriormente quería dedicarse a discípulos más adelantados y se dedicó a la labor decente en una escuela cristiana, a la que iban a escucharle incluso la madre del emperador  y el gobernador  de Arabia.

Exponente privilegiado de la gnosis ortodoxa, fue el primero en concebir un sistema completo del cristianismo, integrando las teorías neoplatónicas. Sus ideas, recuperadas y sistematizadas en los siglos siguientes por una corriente de pensamiento llamada origenismo, suscitaron vivas controversias y fueron finalmente condenadas en el concilio de Constantinopla (553).
     A causa de los conflictos con Demetrio, terminó por irse a vivir  a Cesarea, le reprochó haberse hecho ordenar sacerdote sin su consentimiento, lo llevó a exiliarse en Palestina (231). En virtud de un edicto de Decio, Orígenes fue encarcelado, cargado de cadenas, y puesto en el tormento, pero no decayó por eso su ánimo, permaneció firme en su fe y en la cárcel misma escribió una obra célebre contra Celso; murió en Tiro.

 Principales aportes al cristianismo

    Orígenes escribió, según testimonio de San Jerónimo, alrededor de 800 obras, la mayoría referidas a comentarios sobre la Biblia. Entre su obras de interés filosófico son: Contra Celso (refutación, en ocho libros, de las críticas dirigidas contra el cristianismo por el neoplatónico Celso) y Sobre los principios (cuatro libros); También han llegado hasta nosotros el libro Sobre la oración y exhortación al martirio y algunos fragmentos de su monumental Biblia conocida como Hexapla, que era una colección  de seis columnas de Antiguo Testamento, comparo una serie de diversos textos  del mismo, y produjo  símbolos para designar  variantes, omisiones y añadiduras, mantuvo también contactos con los rabinos para comprender bien el texto original hebraico de la Biblia. Compuso comentario y  sermones sobre el texto bíblico.

      Sus obras sobre la Biblia se dividen en tres categorías: Escolios, es decir, explicaciones a pasajes difíciles; Homilías, prédicas tendentes a ilustrar libros enteros de las Escrituras, y Comentarios, examen sistemático de los textos. En estos últimos, Orígenes aplica una exégesis simbólica, distinguiendo en la Escritura tres niveles de significado, correspondientes a las tres partes de la naturaleza humana (física, psíquica y espiritual).

      En las Homilías Orígenes aprovecha también todas las ocasiones para recordar las diversas dimensiones del sentido de la sagrada Escritura, que ayudan o expresan un camino en el crecimiento de la fe: la primera es el sentido "literal", el cual encierra profundidades que no se perciben en un primer momento; la segunda dimensión es el sentido "moral": qué debemos hacer para vivir la palabra; y, por último, el sentido "espiritual", o sea, la unidad de la Escritura, que en todo su desarrollo habla de Cristo. Es el Espíritu Santo quien nos hace entender el contenido cristológico y así la unidad de la Escritura en su diversidad.

     En sus obras doctrinarias (Contra Celso y Sobre los principios), Orígenes expone su pensamiento filosófico, en el que se muestra deudor del platonismo, del estoicismo y del neoplatonismo. Orígenes postula la creación del mundo ab aeterno, como corresponde, según él, a la inmutabilidad de Dios, y a su bondad, la cual por su propia naturaleza tiende a una manifestación y donación continuas.

     Al explicar la Trinidad, la distinción de las personas predomina respecto a la unidad de substancia, de tal forma que sólo el Padre es verdaderamente Dios, en cuanto es el único "no-engendrado"; el Hijo ha sido engendrado, y por esa razón es un Dios secundario; su acción se halla limitada a los seres racionales. Orígenes tiene buen cuidado de rechazar tanto la opinión de los que no admiten verdadera distinción entre Padre e Hijo (modelistas), como la de los que niegan la verdadera divinidad del Hijo, aunque él concibe esta divinidad como derivada o participada, con fórmulas en las que aparece no sólo como originada en el Padre, sino como de alguna manera inferior a él. El Espíritu Santo es sustancial, personal, activo e increado. Todas las demás cosas han sido creadas por Dios mediante el Hijo, y de la nada. Orígenes rechaza definitivamente la idea de una creación a partir de alguna forma de materia preexistente, que habría de limitar de alguna manera la soberana libertad creadora del Dios supremo.

      La escatología de Orígenes se resume en la apocatástasis, según la cual al final de los tiempos tendrán fin el infierno y las penas previstas para los condenados y cada cosa será restituida a su estado originario de proximidad con Dios. A pesar de que muchas de sus doctrinas hayan sido consideradas heterodoxas, Orígenes fue un gran sistematizador del pensamiento cristiano, cuyo influjo habría de ser muy notorio en la escolástica.

     Su pensamiento teológico más sistemático está expuesto en el grandioso tratado De Principiis, conservado en traducción latina no demasiado fiel. En él pretende Orígenes, en primer lugar, ofrecer lo que era patrimonio doctrinal de la Iglesia recibido por la tradición, y luego sus propias especulaciones encaminadas a mostrar la coherencia interna entre los diversos elementos de aquel patrimonio, y, particularmente, la coherencia del mismo con el mejor pensamiento filosófico de la época.

     En la interpretación de la Escritura, pesa ante todo en Orígenes la idea de la trascendencia e inefabilidad radical de Dios, de quien toda palabra humana y material no será jamás expresión perfecta. De ahí que la verdadera comunicación de Dios sea propiamente por la vía del Espíritu, y que la letra de la Escritura sea considerada ante todo como vehículo de la comunicación espiritual de Dios. El sentido más profundo y auténtico de la Escritura es siempre el espiritual, que alcanza el que, haciéndose semejante a Dios por la purificación del corazón, llega a sintonizar con el mismo Espíritu de Dios.

      La Iglesia es para Orígenes la congregación de todos los que son salvados por el don misericordioso de Dios, ya desde los comienzos de la humanidad, después de la venida de Cristo el don de Dios no se encuentra ya en la ley judaica, que era anticipo o imagen de lo que había de venir, sino en la tradición apostólica de la Iglesia, en la que se conservan las enseñanzas y la fuerza de la venida de Cristo.

 Relevancia de su aporte a la historia del cristianismo

     Para Orígenes hacer teología era esencialmente explicar, comprender la Escritura; o podríamos decir incluso que su teología es una perfecta simbiosis entre teología y exégesis. En verdad, la característica propia de la doctrina de Orígenes se encuentra precisamente en la incesante invitación a pasar de la letra al espíritu de las Escrituras, para progresar en el conocimiento de Dios.

     Orígenes llega a promover eficazmente la "lectura cristiana" del Antiguo Testamento, rebatiendo brillantemente las teorías de los herejes —sobre todo gnósticos y marcionistas— que oponían entre sí los dos Testamentos, rechazando el Antiguo. Él nos recuerda con entusiasmo que, en la lectura orante de la Escritura y en el compromiso coherente de la vida, la Iglesia siempre se renueva y rejuvenece.

      Finalmente, Orígenes es el primer gran maestro do vida espiritual, hallándose en él la base de lo que había de ser durante siglos la espiritualidad cristiana. Orígenes, fiel a Pablo vive de la convicción de que la justificación del pecador es puro don que Dios hace al que se entrega a Dios por la fe, y no mérito del hombre. Pero al mismo tiempo sabe que las obras son fruto y manifestación de la fe, y que Dios da con la fe el poder y el querer obrar el bien.

     Muchos temas de teología espiritual, como el de los sentidos espirituales y el de los grados de perfección espiritual, correspondientes a los grados de purificación y de unión con Dios, hasta la suma unión mística, fugaz e inefable, adquieren en Orígenes formulaciones definitivas que habían de ser patrimonio básico del monaquismo posterior.

 Bibliografía

 Orígenes, Biografías y Vidas, a enciclopedia biográfica  en línea, recuperado  08 de mayo de 2015 en http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/origenes.htm

 Hermann, (2009). Orígenes de Alejandría. Vida y obra. Recuperado el 08 de mayo de  2015 en http://padresdelaiglesia.blogspot.mx/2009/07/origenes-de-alejandria-vida-y-obra.html#!/2009/07/origenes-de-alejandria-vida-y-obra.html

(s.f) Orígenes, recuperado  el 10 de mayo de 2015 en
http://www.cafaalfonso.com.ar/descargas/san_origenes.pdf

Vives, Josep (s.f). Orígenes, recuperado el 10 de mayo d 2015 en
http://www.mercaba.org/TESORO/427-19-0.htm

 

viernes, 8 de mayo de 2015

Las diferentes prácticas hechas por la iglesia primitiva

Introducción

     Después de haber leído sobre los conflictos de la iglesia y el estado, y la labor teológica de los más distinguidos pensadores de la iglesia, también es importante recordar y no olvidar el testimonio en la vida de los primeros cristianos, tanto en el ámbito social, espiritual, eclesial y misional. Esto nos ayudara a comprender un poco más sobre algunas doctrinas o prácticas que probablemente se siguen ejerciendo dentro de las iglesias actualmente, y el cambio que también han tenido a través de los tiempos, incluso de si algunas se desviaron del verdadero objetivo con el cual fueron planteadas o por que se dejaron de hacer.  

 Desarrollo

     La vida social de los primeros cristianos era humilde y compartida en las casas, lejos de templos y de grandes organizaciones. Desde los tiempos apostólicos, la Iglesia estuvo abierta a judíos y gentiles, pobres y ricos, libres y esclavos, desde el punto de vista de los paganos cultos tales como Tácito, Cornelio Frontón y Marco Aurelio, los cristianos eran una gentuza despreciable, sin educación ni cultura, todo parece indicar que la mayoría de los cristianos de los primeros siglos pertenecía a las clases más bajas de la sociedad y en su mayoría, los cristianos eran esclavos, carpinteros, albañiles o herreros.

     En el culto cristiano la iglesia acostumbraba reunirse el primer día de la semana para “partir el pan”, conmemorando la resurrección del Señor y las promesas de la misma, era el propósito principal. A partir de entonces, y a través de casi toda la historia de la iglesia, la comunión ha sido el centro del culto cristiano. La comunión se celebraba en medio de una comida, cada cual traía lo que podía, y tras la comida común se celebraban oraciones sobre el pan y el vino, en  esto sólo podían participar quienes habían sido bautizados así mismo los que venían de otras congregaciones. Ya a principios del siglo segundo, debido en parte a las persecuciones y a las calumnias que circulaban se comenzó a celebrar la comunión sin la comida común.

     Los cristianos se reunían en casas particulares, después según las congregaciones fueron creciendo, algunas casas fueron dedicadas exclusivamente al culto divino. En la iglesia se  fueron incluyendo más gentiles y se fue haciendo cada vez más necesario un período de preparación y de prueba antes de la administración del bautismo. Este período recibe el nombre de “catecumenado”, y a principios del siglo tercero duraba unos tres años, recibía instrucción acerca de la doctrina cristiana, y trataba de dar muestras en su vida diaria de la firmeza de su fe. Por lo general el bautismo se administraba una vez al año, en el domingo de Resurrección. A principios del siglo tercero los que estaban listos para ser bautizados ayunaban durante el viernes y el sábado, y su bautismo tenía lugar en la madrugada del domingo, como la resurrección del Señor. El bautismo era por inmersión, desnudos, los hombres separados de las mujeres. Al salir del agua, se le daba al neófito una vestidura blanca, en señal de su nueva vida en Cristo. Además se le daba a beber agua, en señal de que había quedado limpio internamente, se le ungía pues habían venido a formar parte del real sacerdocio, y se le daba leche y miel, porque había penetrado en la Tierra Prometida. Después todos marchaban juntos a la iglesia, donde el neófito participaba por primera vez del culto cristiano en toda su plenitud, es decir, de la comunión.

     Con respecto a la organización de la iglesia a fines del siglo segundo existía una jerarquía con tres niveles: obispos, presbíteros y diáconos, el Nuevo Testamento nos da a entender que la organización de la iglesia primitiva variaba de lugar en lugar. Según fue aumentando el número de gentiles entre los cristianos, fue aumentando también la multiplicidad de doctrinas, y se fue haciendo necesaria la centralización de la autoridad, y en donde las mujeres quedaron excluidas del ministerio de la predicación, pero pronto se les dieron a las viudas responsabilidades dentro de la iglesia.

     En cuanto a los métodos misioneros, no eran tan vistos o de importancia, algunos maestros famosos, tales como Justino y Orígenes, sostenían disputas en sus escuelas y ganaban así algunos conversos entre los intelectuales. Pero en la mayoría de los casos fue mediante el testimonio de los cristianos que abrieron el camino a la conversión de otras personas. La firmeza y el gozo que los cristianos manifestaban en medio del martirio sirvió para atraer a otros a la nueva fe. Buena parte de las conversiones se debió a los milagros de los cristianos, Gregorio Taumaturgo parece haber sido uno de los primeros en utilizar un método misionero que después se volvió común. Por último, debemos señalar que la fe cristiana se difundió sobre todo en las ciudades, y que la penetración de los campos fue lenta y difícil, pues no se completó sino bastante tiempo después de la conversión de Constantino.

     También comenzó a desarrollarse el arte cristiano, el pez fue uno de los primeros símbolos cristianos, esto se debía a que la palabra “pez” en griego (ichthys) podía interpretarse como un acróstico que contenía las letras iníciales de la frase “Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador”.

      Para 325, la naturaleza del cristianismo había sido corrompida, durante este período la fe personal fue eliminada, el haber bautizado a Novaciano, derramando solo cierta cantidad de agua sobre su cuerpo porque no podía ser sumergido, marcó el principio de un cambio en la forma del bautismo.

      El centro de la adoración vino a ser la observancia de la cena del Señor, que ya se llamaba “misa” (despedir), cuando a los que no estaban capacitados para participar de la Cena se les pedía dejar el templo. Se hizo necesario instruir a los niños y a los nuevos convertidos en el ritual adecuado tanto como en los rudimentos de la doctrina cristiana en ocasiones distintas a las de los servicios en la iglesia. Se prepararon compendios del ritual y de la doctrina, y a los neófitos se les exigió aprenderlos de memoria como un requisito previo a la admisión.

     Finalmente, la naturaleza puramente espiritual de los servicios se cambió, se hicieron populares las grandes procesiones y el esplendor externo, a la manera de los desfiles paganos. Los lugares identificados con el cristianismo primitivo se volvieron santos y se les tributó especial reverencia, eran buscados los huesos de los mártires y otros vestigios materiales, y se les atribuía poder mágico.

     Las razones de la extensa corrupción del cristianismo que lo desviaron de su pureza original fueron: El Gran Crecimiento del Movimiento Cristian, la persecución pagana, conflictos internos y rivalidad eclesiástica.
 
Importancia de la lectura y formación general

     La vida de los primeros cristianos estaba formada en su mayoría por gentes humildes, y que a pesar de tiempos difíciles en las que vivió, la iglesia primitiva sigue permaneciendo como modelo de entrega a Cristo, de unidad de participación, de testimonio  ante la corrupción del mundo romano y como anticipo de los ideales  de la humanidad.

      Durante los siglos II Y III, la iglesia establece sus propias estructuras  y crea sus propias leyes, se vive el mensaje de Cristo con gran dinamismo  y entrega, a los conversos se les pide un fuerte  compromiso con Cristo, compromiso que debiésemos tener todos los que somos cristianos.

     Pero también vemos que la naturaleza original de una iglesia neotestamentaria fue corrompida completamente por ejemplo, el obispo era la iglesia, ya no era un compañerismo; se había convertido en una institución salvadora, poco a poco todo se fue distorsionando. Sus ordenanzas se habían convertido en sacramentos salvadores, no en símbolos conmemorativos de Cristo. Su ministerio ya no estaba en dos oficios, sino en tres. Ya no era una democracia, sino una jerarquía.

     Conocer todo esto me sirvió para entender muchas de las cosas que se siguen haciendo, pero también aquellas que se han perdido y que se han desviado dentro de la iglesia actual.

Enseñanza principal personal  y ministerial

     La manera en que se llevaba a cabo el culto cristiano, la organización, forma de gobierno y aspecto social de la iglesia primitiva pasaron a ser modelo para tiempos posteriores. Podemos ver que la comunión dentro de la misma era muy importante y posiblemente la base para que la misma fuera de testimonio de lo que es vivir en Cristo. A decir verdad y en realidad hay mucho que se ha dejado de hacer como iglesia para mantener la comunión entre hermanos, también reconozco que dentro el  ministerio se ha perdido tal comunión, a causa del ritmo y las exigencias de la vida, aunque no debiera ser así, pero lo es.

     La iglesia actual sigue compuesta de todo tipo de personas y estatus social, se sigue llevando un orden en el culto muy parecido a los primeros cristianos, y qué decir de la organización o estructura de gobierno, mismos que también has establecido reglas dentro de sus congregaciones, con el fin de cuidar la vida espiritual de a la grey y el testimonio congregacional e individual, aunque algunas tal vez son muy exageradas. Lo que si podemos ver es que actualmente se cuenta con beneficios como los que no se han observado en la historia de la iglesia misma. Los medios de comunicación y el avance tecnológico, han hecho que la propagación del evangelio sea mucho más práctica, cómoda y versátil, pues la iglesia en sus inicios utilizo los medios que tuvo a su alcance, entre ellos estaban los siguientes: hablar en público, de persona a persona, su testimonio personal, el hacer bien común, obra misionera o apoyo básico para misioneros, medios escritos que fue el que Pablo utilizó más. Actualmente contamos radio, televisión e internet, y debemos seguir aprovechando esos medios para seguir difundiendo la palabra de Dios.

      Sin embargo, a pesar de todos los contras de los primeros creyentes, la obra del Señor se hizo tal como Cristo la ordenó. Se tuvo que pagar un precio, pero por causa de Cristo, cualquier precio vale la pena, así que debemos seguir con lo encomendado por Jesús.

 
Bibliografía.

 Crespo, E. (2015). Diez principios que la iglesia primitiva puso en práctica, recuperado el 07 de mayo de 2015 en http://www.iglesiabautista.org/sermones/view/?id=36

Salazar, C (2018). Medios utilizados por la iglesia primitiva en la evangelización, recuperado el 07 de mayo de 2015 en  http://csalazar.org/2008/09/23/medios-utilizados-por-la-iglesia-primitiva-en-la-evangelizacin/


 Mejía, Alejandro (1984). La vida de la iglesia 3. Editorial Progreso

miércoles, 29 de abril de 2015

La importancia de la apologética en el siglo 2 y 3


Introducción
     El primer y el segundo siglo no solo nos da un panorama de las percepciones físicas sino también la defensa del evangelio ante quien sea, como ya hemos estado viendo hubo hombres que dieron su vida por causa de su fe, pero no fue sino después, que también comenzaron a surgir hombres quienes presentaban defensa de la fe cristiana con argumentos sólidos que refutaran toda clase de acusaciones, ya sea por simples paganos o gente muy intelectual, esta lectura nos muestra cómo es que surgen los llamados defensores de la fe o mejor conocidos como apologistas.
Desarrollo
     Dado el hecho de que quienes practicaba la fe cristiana eran vistos como  gente inculta o ignorante, no obstante daban su vida sin dudar de lo que creían, probablemente no sabían cómo exponer de una manera clara y convincente su creencia, pero de lo que si podemos estar seguros es que su fe era sólida o firme.
     Los apologistas fueron hombres que se propusieron escribir en defensa de la fe cristiana contra las acusaciones populares y los ataques más sofisticados de los intelectuales de sus días, deseaban presentarla como una religión intelectualmente válida, esperaban cambiar la opinión pública en cuanto al Evangelio y llevar a los líderes de la sociedad a su conversión. También querían hacer comprensible el cristianismo ante los demás, por lo que se dieron a la tarea de escribir en  el lenguaje  de acuerdo  a su cultura.
     Entre algunos apologistas más destacados tenemos a:
Cuadrato de Atenas, Justino Mártir, Taciano, Atenágoras, Teófilo, Minucio Félix, Comodiano, varones que en algunos casos en búsqueda de la verdad, se vieron envueltos en otras filosofías, comprobando así que no hay ninguna otra correcta, más que la fe cristiana,   otros sin querer, al estudiar la biblia para refutarla fueron convencidos por la misma.
     Éstos hombres tuvieron que ser estudiosos de las Escrituras, para poder presentar argumentos sólidos, aún más para aquellos que se creían muy intelectuales dentro de su cultura, y al mismo gobierno cuando presentados para ser juzgados, debían ser convencidos de la verdad del Evangelio por la racionalidad del discurso.
     Justino Mártir, probablemente el apologista más conocido, nunca renuncio a la filosofía, pero se dedico a reflexionar profundamente  sobre la verdad  y en desarrollar una filosofía cristiana. Cada uno de estos defensores de la fe, comenzó a abundar sobre un tema específico, y aunque no todos fueron expuestos de una manera sencilla, pero podemos ver que trataban de dar una base realmente bíblica.
    Todas las obras que estos apologistas dejaron son importantes porque es casi exclusivamente a través de ellas que conocemos los rumores y críticas de que los cristianos eran objeto, y también porque en ellas vemos a la iglesia enfrentándose por primera vez a la tarea de responder a la cultura que le rodea.
      En estos primeros siglos la iglesia se vio atacada en sus creencias tales como la persona de Cristo y sus milagros y resurrección, de la verdad y la autoridad de las Escrituras cristianas, de la gracia, la regeneración, el cielo y el infierno, y de la inmortalidad, pero todo esto hizo que la misma se viera más que obligada, fuera animada a producir literatura que ayudara a entender el cristianismo.
 Importancia de la lectura y formación general
    Conocer tan sólo un poco de lo mucho que probablemente hay en cuanto a la vida y obra de los apologistas, ésta lectura me muestra lo importante que es el estudiar y preparase para presentar defensa de nuestra fe, no sólo a los menos incultos, por así decirlo, sino que así como lo fueron los primero apologistas, es necesario tener argumentos sólidos, y muy bien planteados para aquellos que también en nuestro tiempo demandan una respuesta convincente ante su intelecto, conocimiento de otras filosofías o preparación secular.
    Es importante creer, pero también defender lo que creemos, y esto sólo se logrará si estudiamos la palabra de Dios, con dedicación y entendimiento, sobre todo con la guianza del Espíritu Santo, con el fin de presentar defensa ante quien nos demanda razón de lo que creemos, y no sólo como mero conocimiento.
Enseñanza principal personal  y ministerial
     El testimonio de los apologistas de estos siglos, me enseña que no basta solo con querer encontrar la verdad sino que una vez teniéndola, debo defenderla de una o de otra manera ante los demás, pero de una manera sólida de tal forma que refute toda enseñanza o ideología contraria a lo que la palabra de Dios enseña.
     Si los apologistas defendían el cristianismo contra las acusaciones de ateísmo, libertinaje, y canibalismo entre otras más en los primeros siglos, hoy no cambia la perspectiva de hacer lo mismo, con el tiempo surgen tantas ideologías que yo como cristiana y aún más como parte de un ministerio, debo prepararme y tener conocimiento de ello, y no precisamente para llenarme de ese conocimiento sino para que cuando me toque exponer, sobre todo a los que están en un nivel de estudio superior, pueda dar respuesta convincente y real.